El día de ayer el BCE comunicó la mayor subida de tipos en 22 años, y la primera tras 11 años, tras los últimos meses de inflación desbocada en Europa. En este sentido, se han elevado los tipos en 50 puntos básicos, situándose el tipo de interés en el 0,5%. Al final, esta subida de tipos ha sido del doble de la anunciada en su hoja de ruta hace unas semanas, ya que en principio solo se preveía subir 25 puntos básicos.
Además de esta histórica subida de los tipos de interés, el BCE presento el instrumento Transmission Protection Instrument (TPI).
¿Qué es el tipo de interés?
El tipo de interés o tasa de interés es el precio que pagamos al pedir un préstamo. Al igual que cualquier otro bien o servicio, el dinero tiene un “precio” que se paga al adquirirlo. En este sentido, su uso tiene un precio medido en porcentajes sobre un principal y generalmente se enuncia en términos anuales y porcentuales.
Un ejemplo gráfico y sencillo, si tras pedir un préstamo de 35.000€ debemos pagar 35.350€, podemos decir que el interés de ese préstamo sería de 350€ y el tipo de interés del 1%.
Dicho esto, en cada país, el encargado de determinar sus tipos de interés es el Banco Central. En el caso de la Unión Europea es el Banco Central Europeo.
¿Qué supone la subida de tipos y del tipo de interés?
El fin de esta subida de tipos es mantener la estabilidad de los precios con el objetivo de que la inflación vuelva a situarse en el 2%, objetivo a medio plazo del BCE. Sin embargo, afecta tanto a consumidores, como empresas y Estados.
En primer lugar, una subida de tipos de interés supone que los prestamos sean más caros, lo que pueda hacer que se desincentivice el consumo, al tener que dedicar los consumidores un porcentaje mayor de sus ingresos a pagar los intereses.
En similar situación se encuentran las empresas que abran una línea de crédito, ya que verán como sus intereses aumentan, y por lo tanto sus gastos, dificultando sus proyectos de inversión. Esta subida de tipos en el entorno empresarial también puede desincentivar el crecimiento del empleo.
En último lugar, la subida del tipo de interés hace que los Estados tengan que pagar más para financiarse, elevándose la deuda pública. En países como Italia o España con una deuda pública superior al 100% de su riqueza nacional (en el caso español la deuda pública se sitúa en torno al 120% del PIB) pueden ver como se dispara su riesgo país al pedir los inversores intereses más altos al comprar deuda soberana, lo que puede repercutir en que se reduzca el gasto público.
En esta situación, el BCE ha dado luz verde al ya mencionado Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI), siendo este un nuevo mecanismo para evitar la fragmentación de las primas de riesgo.
¿Qué pensamos desde CEESA?
Como expertos fiscales con gran experiencia dando servicios de asesoramiento a empresas y autónomos, entendemos que, en resumidas cuentas, la lucha contra la inflación se esta haciendo desde una política monetaria de tipos altos y no desde una política fiscal, quizá porque afecta a un menor número de contribuyentes (los endeudados), y por otra parte, porque se aleja la idea de reducción de impuestos ahora que con esta alta inflación, las arcas de las Haciendas están teniendo un superávit.