Hace unos días publicaba un post sobre el desarrollo ágil y cómo CEESA ha interiorizado dichos principios en su filosofía de empresa. En este post mencionábamos la importancia que en CEESA damos a que nuestros software sean capaces de adaptarse y ser operativos de cara a conseguir una satisfacción plena de nuestros clientes. Sin embargo, en ciertas ocasiones nos podemos encontrar que un software horizontal de gestión no es capaz de llegar al nivel de especialización que nuestros clientes necesitan y demandan, por lo que hace unos cuantos años decidimos incorporar entre nuestros productos una serie de aplicaciones verticales. Pero antes de nada ¿qué es una aplicación vertical?
Una aplicación vertical es un tipo de software que ha sido desarrollado específicamente para un mercado determinado y para las necesidades intrínsecas del mismo. Su razón de ser nace de la incapacidad de una aplicación horizontal (al tener un diseño más estandarizado) a adaptarse a mercados específicos, donde se necesiten gestionar procesos propios del sector. Por otro lado estas aplicaciones pueden crearse desde cero o ser modificaciones de un software ya existente, que lo adaptan a las necesidades de dicho mercado específico. En contrapartida, estas aplicaciones no suelen estar preparadas para gestionar procesos genéricos, ya que su diseño suele contemplar únicamente las necesidades de dicho mercado específico.
Como ya adelantaba, la inquietud de CEESA pasa por ofrecer soluciones informáticas que se adapten a cualquier mercado, con un estándar de calidad alto que se materialice en la optimización y en la mejora del rendimiento de sus clientes. En este sentido, entendemos que las aplicaciones verticales son la mejor solución ante gestiones muy específicas que de otra forma serían muy complicadas de abordar. Además nuestro objetivo es poder dar servicio a cualquier tipo de negocio independientemente de cuál sea el sector en el que se encuentre, por lo que actualmente disponemos de un software vertical para tintorerías, peluquerías, inmobiliarias, panaderías, hostelería, etc. Esta apuesta vuelve a poner en alza la importancia que damos a nuestros clientes y nuestra clara devoción por el desarrollo de aplicaciones útiles y con un alto grado de usabilidad.
En resumen, las aplicaciones verticales pueden ser una buena opción para negocios o sectores cuyas gestiones sean muy específicas como para que un software horizontal sea capaz de realizarlas de forma óptima. Por lo tanto este tipo de soluciones informáticas suelen tenerse en cuenta cuando se necesita un software para procesos complicados y específicos, y no para procesos más genéricos. Esto no significa que sean aplicaciones mejores o peores que las horizontales, ya que la elección de un tipo de software u otro debe depender en última instancia de las necesidades personales de cada empresa o usuario.