Si el protagonista de la obra de Shakespeare hubiera nacido en nuestro tiempo, tuviera un negocio y la necesidad de suplir un problema de gestión del mismo mediante un software, es probable que hubiera cambiado su famosa cita por la interpretación libre que yo he hecho en el título de este post. Al fin y al cabo, cada uno es profesional de su oficio, y tomar una decisión que se escapa de nuestro conocimiento, se nos antoja muy complicado. Por este motivo, y haciendo un ejercicio de empatía, voy a internar ponerme en el papel de una persona que necesite un software de gestión, pero que no sepa cuál se adapta mejor a su negocio. Así que, ¿Software horizontal o aplicación vertical? En los siguientes puntos desgranaré cuáles podrían ser las preguntas que debería hacerme para resolver este dilema.
- ¿Qué dinero dispongo, y cuánto quiero gastarme?
Aunque parezca mentira, la mayoría de las veces y más teniendo en cuenta la deriva actual de la economía mundial, el coste suele ser uno de los factores determinantes antes de tomar una decisión. En general el software horizontal suelen tener un gasto menor de implementación y mantenimiento, ya que su mercado es mayor, y por lo tanto sus desarrolladores asumen su coste con un mayor número de clientes. En contrapartida las aplicaciones verticales van dirigidas a nichos mucho más pequeños además de tener un carácter más especializado que como no podía ser de otra forma aumenta el precio del mismo.
- ¿Qué negocio tengo y cuáles mis necesidades de gestión?
Probablemente esta es la pregunta más importante que tendríamos que hacernos, aunque como ya he comentado el precio nos acabe tirando mucho más. Un software horizontal, ¿va a ser capaz de hacer lo que yo necesito que haga? En ocasiones un negocio puede alcanzar un nivel de especialización que necesita soluciones informáticas casi hechas ex profeso para el mismo. Por otro lado también influyen los procesos que queramos realizar con la aplicación en sí, ya que aunque dispongamos de un negocio de nicho, si el software solo lo necesitamos para materias de gestión generales puede que no necesitemos una aplicación vertical.
- ¿De cuánto tiempo dispongo para la implementación del software?
Tiene menos peso que los dos factores anteriores, pero sin duda es muy importante también, ya que una vez identificada una necesidad, deberíamos ser capaz de darle una solución en el menor tiempo posible. Al igual que ocurría con el coste económico, la implantación de una aplicación vertical puede suponer más tiempo, aunque sinceramente esto no debería ser un problema ya que nos puede permitir conocer el programa antes de trabajar con él.
- ¿Quiero adaptarme al software o que el software se adapte a mí?
Por último y no menos importante podríamos hacernos esta pregunta, que estaría muy relacionada con la segunda que nos hacíamos. Puede que con un software horizontal necesitemos adaptar nuestros procesos al software, sobre todo si nuestro sector posee, llamémoslas, “características especiales”. Por otro lado, es probable que una aplicación vertical ya tenga en cuenta estas “características”, y por lo tanto el proceso de adaptación al software sería más sencillo.
En resumidas cuentas, ¿Qué software es mejor? Podríamos decir que en este mundo no hay mejores o peores, sino opciones más adaptadas a nosotros y opciones que puede que no se adapten también a nuestras necesidades. Sin embargo, si nos gastamos un poco de nuestro preciado tiempo en hacernos estas sencillas preguntas es más probable, que nuestra elección sea la mejor posible para nuestro negocio.
En CEESA ofrecemos tanto soluciones horizontales como verticales, cuyo objetivo es adaptarse a las necesidades de las empresas.