Como ya hemos comentado en alguna ocasión, dentro del mundo del desarrollo del software existen diferentes enfoques de trabajo que influyen de manera determinante no solo en el desarrollo sino también en el producto final del mismo. En esta línea, en otro post hablábamos escuetamente de las metodologías de desarrollo ágil de software, sin embargo, hoy quisiera hablar de los beneficios de una de las metodologías más extendidas dentro de este enfoque y que desde CEESA utilizamos para el desarrollo de todos nuestros productos: El Desarrollo de Software Adaptable.
El ASD (por sus siglas en inglés) es una metodología de desarrollo impulsada por Jim Highsmith y Sam Bayer, cuya principal característica es su ciclo iterativo de especulación, colaboración y aprendizaje. Con esta propuesta se enfrenta al modelo en cascada tradicional, al contemplar la posibilidad de un entorno cambiante, poniendo el valor en la adaptabilidad del proceso más que en el comportamiento predictivo. Entonces, ¿Qué beneficios puede aportar esta forma de trabajar al producto final?
Enfoque “Do It Wrong the First Time” – Hazlo mal la primera vez
Este enfoque parte de la premisa de que realizar un buen trabajo en base a predicciones en entornos complejos es muy complicado, y por lo tanto contempla la posibilidad de aprender de los errores en la fase de revisión de componentes, que permitirá comenzar nuevamente el ciclo de desarrollo, lo que aumentará ostensiblemente la calidad del software así desarrollado.
Apunta hacia el desarrollo rápido de aplicaciones (RAD)
Esta metodología pone en valor al cliente involucrándole en el proceso, añadiendo un plus de usabilidad al producto final, sin olvidar tampoco la rapidez de desarrollo. Como inciso una de las plataformas más reconocidas que utiliza este proceso de desarrollo de software es Velneo, plataforma que utilizamos para la creación de todos nuestros productos.
Al entender al entorno como cambiante, se adapta al mismo
Tal y como su propio nombre indica, es una metodología que favorece la adaptabilidad del software, ya que su comportamiento va a ser continuamente mejorado en base a la información disponible de los posibles cambios que puedan suceder.
La colaboración no es solo parte del ciclo, sino un elemento primordial de esta filosofía de trabajo
Como ya he comentado antes, la usabilidad es uno de los elementos esperados en los software adaptables, y que mejor manera que conseguir dicha cualidad que mediante la participación del cliente en el proceso. Esta colaboración entre desarrolladores y usuarios va, por lo tanto, a ofrecer un valor añadido a la aplicación, así como la satisfacción materializada en una solución informática que ofrece exactamente lo que se espera de ella.
Como no podría ser de otra forma es adaptable
Tal y como su nombre lo indica, este tipo de software está diseñado para adaptarse a los cambios de forma automática sin necesidad de la actuación por parte de un programador. Esta automatización se materializa en un ahorro de tiempo y dinero para sus usuarios.
En definitiva, los software adaptables están diseñados en base a las necesidades de los usuarios, siendo la optimización de los procesos de los mismos, el objetivo principal de este tipo de soluciones informáticas. Esto significa que se pone especial atención en los usuarios y ante los diferentes cambios que puedan sufrir en sus procesos. Como ya hemos comentado en otros momentos, desde CEESA creemos firmemente en la importancia de la satisfacción de nuestros clientes, y día a día nos esforzamos para que nuestros productos sean grandes ejemplos de nuestra filosofía de trabajo.